La sublevación comienza en Melilla el 17 de enero y se expande rápidamente por toda España, a escasos días de las fiestas de Santiago.

Se lleva a cabo por una parte de la armada, con la ayuda de requetés, falangistas y otras fuerzas de derechas. El levantamiento, en un principio, fracasa en Bizkaia y Araba. El PNV hace pública su postura a favor de la república y en contra de la sublevación mediante un comunicado publicado en su diario Euzkadi.
La Guerra Civil se produce como consecuencia de un golpe de Estado contra un gobierno legítimamente constituido. Mediante la fuerza y la violencia.
Los objetivos del golpe de Estado eran muy claros y no dejaban lugar a dudas, tal y como deja escrito el general Emilio Mola “El Director” en marzo de 1936:  
“...la acción debe ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo que es fuerte y bien organizado”. Asimismo señala los principales objetivos: “Desde luego, serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas. Es necesario crear una atmósfera de terror, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros...”
( in 1936ko Gerrako Oroitzapenak 2008: 61).
El 16 de agosto de 1936 las tropas franquistas irrumpen en Villabona
Era domingo, 16 de agosto de 1936, cuando los militares irrumpieron en Villabona. Inicialmente, se dirigieron directamente a Andoain. A Amasa los franquistas entraron por Belabieta y los testigos oyeron como disparaban sus metralletas. Según parece, en la parroquia de San Martín de Tours y en la de Villabona se celebraba la misa mayor y se escucharon tiros (Lumane Atzoko Amasa-Villabona-Aiurri 2006: nº 19-pág. 3). Dispararon a la torre de la iglesia.
La misa mayor tuvo que ser suspendida y los feligreses tuvieron que correr desorientados en busca de protección. Para hacer frente al ejército de Franco, se colocaron cañones en Fraisoro: “los gudaris acudían allí, con buzos azules algunos, con la escopeta de caza a la espalda” (in 1936ko Gerrako Oroitzapenak 2008:178).