Pantaleón Leturia, nació en Arrasate el año 1897, en el seno una familia con gran arraigo socialista. Realizó el servicio militar en Vitoria-Gasteiz, siendo su posterior destino África, en condición de soldado (los destinos eran asignados mediante sorteos, siempre cabía la posibilidad de librarse, eso sí, para ello habría que disponer de suficiente dinero; claro está, éste no era el caso). Permaneció allí durante tres años; fue testigo directo de cruentas batallas donde pudo vivir de primera mano como el ejército de Marruecos, derrotó al español, el 21 de julio de 1921, en la batalla conocida como Annual; es a raíz de esta victoria de Marruecos, cuando España tuvo que modificar toda su política colonizadora, dado el gran golpe que padeció.

 

Pantaleón, fue miquelete a partir del año 1922,  bajo las órdenes de la Diputación de Guipúzcoa, siendo sus tareas el mantenimiento del orden público y la realización de diferentes tareas en la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa. Trabajo en diferentes localidades del territorio guipuzcoano, tales como San Sebastián, Ataun - donde conoció a su esposa -, Ordizia, Oiartzun; en el año 1928 se instaló definitivamente en Villabona. Ya con la instauración de la República y hasta el estallido de la guerra, periodo comprendido entre 1931 y 1936, Pantaleón ejerció su trabajo en el seno de esta institución, siempre bajo el mando de la Diputación Foral de Guipúzcoa.

Pero el golpe militar de 1936 cambio todo, en el contexto de la guerra en toda su magnitud y la consiguiente represión en toda su crudeza, los miqueletes hubieron de posicionarse y lo hicieron en su mayoría con los defensores de los valores de la republica. Los sublevados no tardaron en disolver este grupo.

 

Así con el estallido de la guerra, los miqueletes de la zona fueron agrupados en Tolosa, para luego ser llevados a Azpeitia en camiones. Desde allí, subían a los montes de los alrededores para combatir en el frente.

Mientras tanto, las cosas no resultaron más fáciles en Villabona, las tropas de Franco asediaron Villabona el 16 de Agosto del 1936; Pantaleón, preocupado por la situación  y con el objetivo de salvaguardar a su familia, se puso en contacto desde Azpeitia con su familia (su esposa y la hija de ambos de 9 años de edad) e hizo todo lo posible para que pudieran reunirse todos junstos. Y realmente lo consiguieron, acompañados de un baserritarra local y un pastor de Azpeitia, vía Asteasu atravesando los caminos montañosos, se reunieron todos en Azpeitia.

 

Pero la embestida de las hordas de Franco, hicieron necesarios más movimientos de retaguardia. En este caso, el siguiente destino de Pantaleón fue Mutriku. También lo hizo junto a su familia. Fueron acogidos por una familia local, pero Mutriku también caerá en manos de las tropas franquistas y Pantaleón fue detenido. Días más tarde logro su libertad, gracias a las gestiones realizadas por la familia que los acogió.

Una vez en libertad, opto por regresar a Villabona. Qué duda cabe que aquí, el ambiente era igual de tenso, en un contexto de guerra civil con una brutal represión sobre la sociedad civil, con las acusaciones que los franquistas lanzaron contra él, fue detenido otra vez más y encarcelado en la prisión del partido de Tolosa. Fue una vez más liberado gracias a las gestiones realizadas por una persona de Amasa (según algunas fuentes, se llego a firmar su sentencia de muerte, aunque luego no fue ejecutada).

 

Pese a la complicada situación, Pantaleón volvió a acceder a su trabajo, aunque esta vez no como miquelete (debido a que esta institución ya había sido disuelta por su evidente apoyo a la República). Desarrolló su trabajo en la Caja de Ahorros de Guipúzcoa, siempre bajo nomina de la diputación guipuzcoana. Mantuvo un puesto de responsabilidad en la oficina de Tolosa durante tres años.

 

Tras el fin de la guerra, su puesto fue asignado a un requeté que volvió del frente; el régimen premiaba a las personas que defendieron la causa de Franco (y castigaba con toda su crudeza a aquellas personas que defendieron la causa republicana así como a sus familias en especial a sus esposas e hijos); Pantaleón perdió así sus derechos laborales y le fue asignado un puesto de menor rango. Este trabajo lo tuvo que realizar bajo un control férreo por parte de sus superiores requetés y bajo una gran presión. Falleció en el año 1962, hasta entonces fue trabajador de la Caja de Ahorros de Villabona.

 

Pantaleón, fue testigo de toda la injusticia que supuso para los ciudadanos la guerra civil, sufriendo en sus carnes sus durísimas consecuencias. Creía firmemente en su trabajo y sus familiares están convencidos de que su responsabilidad como miquelete fue cumplida con la máxima vocación de un servidor público dedicado a la ciudadanía;  basando su trabajo en los principios de justicia e imparcialidad, a pesar de que el ambiente de la época no facilitara esta tarea.

 

Pantaleon, in memoriam.

 

Esti Amenabarro Iraola, autora del libro Amasa Villabona una mirada al pasado II: la historia no contada

 

Notas al articulo:

 

*Artículo 1º La creación de este cuerpo tiene por objeto principal la vigilancia y conservación de la tranquilidad y del orden público: la persecución de ladrones y malhechores: el resguardo y administración de los arbitrios provinciales, así como también facilitar todo el auxilio posible a las autoridades en ejercicio de sus funciones, y protección a los habitantes pacíficos y viajeros que los soliciten, sin derecho por esto a retribución.

Artículo 15 El Miquelete debe ser prudente sin debilidad, firme sin violencia y político sin bajeza; no debe ser temido sino de los malhechores y enemigos del orden....

El Cuerpo de Miqueletes /Juan Garmendia Larrañaga in Oarso- Errenteria, numero 15 ( 22 de Julio de 1980), p.92-94

 

*Miqueletes (también denominados "praka gorri" o "txapel gorri"). Cuerpo militar sometido al fuero; en un principio creado por las Diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya para el mantenimiento de la paz pública y la persecución de malhechores, durante el siglo XIX sus funciones fueron cambiando. En el último período, fue órgano de recaudación fiscal. Actualmente, custodian edificios y protegen a los diputados y apoderados. Hoy, solo existen cuatro miqueletes y orgánicamente pertenecen a la Ertzantza, con asignación a la Diputación Foral de Guipúzcoa. Fue el 24 de Septiembre de 1839 cuando la Diputación Foral de Guipúzcoa creó por primera vez este cuerpo, como un grupo de protectores de la seguridad pública, para ello utilizaron a antiguos combatientes de la guerra carlista. Los protectores fueron disueltos el año 1841 y en 1844 se crearon los miqueletes. Fue un grupo de unas 100 personas, hombres en su integridad y tuvo que sobrellevar todo tipo de suertes, sobreviviendo a muchos conflictos. El 16 de julio de 1874, a consecuencia de la 3ª guerra carlista, se creó el batallón de miqueletes voluntarios de Guipúzcoa, que hubo de sufrir numerosas bajas. En el contexto de la guerra civil, tras la campaña de Guipúzcoa, la mayoría de miqueletes (no todos) apoyaron la República y lucharon en Vizcaya. El 23 de junio de 1937, el general de la armada del norte, Gil Yuste, ordenó la disolución de los miqueletes de Guipúzcoa (previa eliminación del acuerdo económico); tres meses más tarde haría lo mismo con los miñones de Vizcaya.

 

 

 

 


Pantaleon Leturia, en Donostia desfilando con otros miqueletes guipuzcoanos. En la primera columna el segundo.

 

 

 

 

Miqueletes, Pantaleón en la fila de arriba, tercero desde la izquierda.

 

 

Pantaleon con el uniforme de miquelete. Tenían dos uniformes oficiales. Uno: gabardina larga azul marino con capa, pantalón y txapela roja, y el segundo: traje todo color caqui.

 

 

Pantaleon con varios dirigentes políticos de la época en el año 1934 en la inauguración del puente de Legarreta. En esta imagen podemos observar a Valeriano Saizar (tercero fila segunda), alcalde de Villabona y miembro del PNV fusilado en Orio. Fernando Sasian, diputado (primero fila segunda), entre otros.

 

Fotos: Milagros Leturia Goikoetxea